El Instituto de Estudios Cajasol ha puesto punto y final al curso académico 2017/18 con una ceremonia de clausura que reunió a los alumnos y profesores que han formado parte de la oferta formativa y en la que se entregaron las orlas a los alumnos de sus másteres para titulados universitarios, así como las menciones a los mejores expedientes de cada disciplina.
El acto, que se desarrollaba el martes en el Teatro Maestranza, estuvo presidido por el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, y fue conducido por el periodista Jesús Vigorra.
Pulido puso en valor el papel del Instituto de Estudios en estos 30 años de experiencia formativa, por cuyas aulas han pasado en estos años más de 30.000 alumnos.
“La verdad es que hoy es un día muy especial para todos. Sobre todo para los alumnos del Instituto de Estudios Cajasol, que culminan una etapa de formación importante en sus vidas y que inician a partir de hoy un nuevo capítulo en sus carreras profesionales. Han sido meses de mucho esfuerzo y de muchos sacrificios, porque cursar un máster o uno de nuestros cursos de posgrado, digan lo que digan por ahí, es una cosa muy seria y necesita de muchísima disciplina, concentración y trabajo duro. Muchos de nuestros estudiantes compaginan sus estudios con el trabajo, con obligaciones familiares, muchos vienen de fuera… Muchos hacen un esfuerzo económico importante, y otros se benefician de nuestras becas de estudios, porque para nosotros es importante que las personas con talento no se queden sin la oportunidad que merecen sólo por motivos económicos. Este acto de clausura es el momento para reconocer todo el buen trabajo realizado y darles la enhorabuena, porque lo han logrado. Y también es un día muy especial para el Instituto de Estudios Cajasol. Esta ceremonia siempre lo es, porque se junta la alegría de los recién graduados y de sus familias, la satisfacción del trabajo bien hecho, y también todas las emociones de un curso en el que se crean lógicamente muchos lazos de afecto con los estudiantes”, apuntó el presidente de la Fundación Cajasol.
Pulido destacó los 30 años que cumple el Instituto de Estudios, “tres décadas en las que hemos formado a varias generaciones de licenciados, profesionales y directivos andaluces. Nada menos que 30.000 estudiantes han pasado por nuestras aulas en este tiempo. Y creo, modestamente, que a través del trabajo que hemos realizado en este tiempo, del talento de las mujeres y hombres que se han formado con nosotros, y de la entrega y capacidad de nuestro cuerpo docente y todo el equipo técnico… pienso que hemos contribuido a que Andalucía sea una tierra con más desarrollo, más progreso y más oportunidades. Durante todo este tiempo, hemos crecido y hemos ganado en experiencia hasta convertirnos, como somos hoy, en una de las escuelas de negocios de referencia y con más prestigio no sólo de Andalucía sino de España. De algún modo, igual que nuestros alumnos, también iniciamos a partir de hoy un nuevo capítulo, en el que queremos ir aún más allá y ser aún más una referencia en el campo de la formación de excelencia, de la generación de talento y de impulso del emprendimiento”.
Antonio Pulido destacó la apuesta decidida que tiene la entidad por la formación y el emprendimiento “para contribuir a sentar las bases de un crecimiento económico más sólido, con menos altibajos y también más sostenible en todos los sentidos; contribuir a formar una nueva generación de profesionales, de directivos y de emprendedores mejor preparados, no sólo para el mundo actual, sino también para el que viene; y fomentar el emprendimiento, la innovación, la capacidad de generar cambios en una sociedad que necesita de ideas nuevas y de nuevas maneras de hacer las cosas”.
El presidente de la Fundación Cajasol se mostró orgulloso de que “en estos momentos, el 98% de los alumnos que pasan por el Instituto se incorpora con éxito al mercado profesional” y animó a los estudiantes “a entrenar y desarrollar uno de los talentos que creo que puede marcar la diferencia en sus carreras profesionales, que es la gestión del cambio. El mundo se transforma cada vez a mayor velocidad y requiere una nueva generación de profesionales y emprendedores más flexibles, ágiles e inteligentes, que sean capaces no sólo de enfrentarse a esos procesos de cambio, sino de liderarlos, de ponerse al frente. Que no tengan miedo a competir en el entorno global, que sean ambiciosos en el mejor sentido, y también más responsables con el entorno y con la sociedad en la que desarrollan su proyecto profesional y de vida ¿Cómo lograrlo? En el Instituto de Estudios Cajasol les hemos enseñado muchas cosas a lo largo de este curso, pero es su responsabilidad no dejar nunca de actualizar sus conocimientos, de llenarse de experiencias y de aprender de sus éxitos y sus fracasos. Siempre digo que la educación es la mejor inversión que una sociedad puede hacer en sí misma, y de la misma manera es la mejor inversión que podemos hacer cada uno en nosotros mismos”, sentenció Antonio Pulido.