Apenas cuatro días después de su apertura y puesta en servicio, y después de que el propio SAS reconociera que el nuevo edificio de Radioterapia estaba funcionando con toda normalidad, han comenzado a aparecer las primeras deficiencias.
Así lo ha constatado a este periódico la plataforma ciudadana que reivindicaba la apertura de las instalaciones y que lleva toda la semana haciendo un estrecho seguimiento al funcionamiento del edificio. Entre dichas deficiencias, la más llamativa hace referencia a la puerta de acceso al servicio de TAC simulado, ya que por sus dimensiones impide acceder a la sala con una camilla, lo que, llegado el caso, obligará a trasladar al paciente hasta una silla de ruedas.
Según apuntan desde el colectivo ciudadano, “lo normal es que el paciente que acuda a esta sala lo haga por su propio pie o en silla de ruedas, pero caso de que lo trasladen desde otro sitio en camilla, porque la persona no se valga, tendrán que pasarlo a una silla”. El problema radica, además de en la dimensión del marco de la puerta, en que se trata de una puerta de una sola hoja, no de dos, como las que suele haber en el hospital, que facilita mejor el acceso.
Desde la asociación también se hacen eco de una noticia que les han confirmado ya desde el SAS, y es que durante este verano van a hacer unas obras en la parte trasera del edificio para conectarlo directamente con el hospital, y que los pacientes no tengan que salir a la calle para ir a Radioterapia, sino que lo hagan por este acceso interno, que tampoco se había contemplado.
Por último, otro de los aspectos menos funcionales del edificio, señalan, se encuentra en la carencia de aseos, ya que dicen que en la planta baja sólo disponen de un servicio.